dilluns, 29 de juny del 2015

Natura morta.

























WILLEM HEDA.

























ADOLPHE DE MEYER.

El Museu Fundación Juan March (Palma de Mallorca) acoge hasta octubre la exposición 'Cosas. La idea de naturaleza muerta en la fotografía y la pintura', que reúne, en un diálogo asincrónico, 43 obras fechadas entre 1855 y 1975 procedentes de la Colección Siegert (Múnich) y siete óleos del siglo XVII realizados por Willem Heda, Pieter Claesz, Juan van der Hamen y Pier Francesco Cittadini. 


Naturaleza muerta o bodegón

La rara expresión ‘naturaleza muerta’, en español también ‘bodegón’, proviene de la confusa traducción francesa y española del original flamenco ‘stilleven’, que más bien habría que traducir por ‘vida en calma’, ‘vida quieta’ o ‘vida inmóvil’. Esta denominación se empezó a aplicar en el siglo XVII a un tipo de pintura, nacida en Holanda y Flandes, que representaba lo que genéricamente podría ser designado con la palabra ‘cosas’.
Sobre las mesas se organizaban objetos de todo tipo, a menudo alimentos, pero también enseres, objetos decorativos, copas, vasos, centros o arreglos florales, jarros, cuencos compuestos…, en artístico desorden, junto a frutas, hortalizas o dulces, en los que no faltan a veces incluso insectos y pequeños animales, vivos o recién cazados y muertos.
Desde su invención, la fotografía, el nuevo “pincel de la naturaleza”, como la llamó William Henry Fox Talbot, no sólo no sustituyó a la pintura, sino que desde entonces la acompaña en su papel de imitadora del espacio real o imaginado; con frecuencia, incluso copiando los géneros pictóricos.

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